Acá adelante
-tapando el callejón
que muere hacia el fondo-
el bar, las mesas,
la gente,
vasos que se chocan
y la energía
de todo comienzo.
Las luces
formadas en fila
van perdiendo brillo,
y ahí
a mitad de camino,
esos
¿hablan o discuten?
Una bicicleta,
agotada en su deseo
duerme
abrazada a un poste.
Un hombre está por subir
a su departamento,
¿lo esperan?
A los costados,
como esas ventanas
virtuales,
en las que mostramos
posibles felicidades,
asoman orgullosos
balcones en línea,
que se achican
cada vez más
borrosos.
Una mujer contra el vidrio
habla por teléfono
o encomienda angustias
a una amiga.
Al igual que en la foto,
fuimos llevados
por esas rectas paralelas,
turistas en un país extraño,
hacia un punto
de cierta oscuridad.
muchas gracias
"encomienda angustias a una amiga" me parece de una precisión y belleza notables.
es muy notable cómo funciona también como prosa, me gusta
orgullosos balcones en línea