En el neoevo, el mar está estriado al máximo, terrícola involuntaria decidí mi meta: el mar. Es en el mar donde uno se encuentra a sí mismo, la llamada del mar, el nombre de todas las intensidades. El mar como superficie, lo más profundo y extenso. La lectura satelital ha cambiado el punto de vista completamente, nos ha ampliado horizontes, aunque el horizonte que vemos está muy cerca, casi tres millas náuticas a la altura del ojo humano, 5500 metros nos separan del abismo, dividen lo que vemos de lo que no. Se dice que una gota de tinta puede disolverse en toda la extensión marítima y sus moléculas encontrarse en las regiones más lejanas. Todo efecto será percibido aún en lo ignoto, toda reverberancia conservará el murmullo que la ha creado, la misma superficie besando tantas costas diversas. Todo es tan relativo como podamos imaginar y la falta de certezas hace este mundo más vivible. Somos botellas con mensaje, dificil abrir una siendo otra. Estarás acostado en el corazón del mar o acostado en la punta de un mástil, cuando salta el pez, cuando cae la piedra, el dibujo circular concéntrico hipnotiza. Los únicos círculos máximos son el ecuador y los meridianos, estamos cosidos por latitudes y longitudes, la info y el estriaje producido por la lectura magnética y electrónica, ya podemos definir exactamente donde... a pesar de la tardías coordenadas, estamos entre el avance y retroceso, neoevo, ficción de conocimiento prematuro, todo lo que se sabe no alcanza para explicar y aun así el mar nos besa y ruge, masa líquida que tiñe de sonidos olores colores, un solo mar con muchos nombres de océanos, toda la plancha conectada, una sola superficie que late, modula, circula, la luz que refleja en su interior sus fauces, lo que ha tragado, lo que ha devuelto, Jonás, las ballenas, Shackleton, Dumas, miles de historias marinas que crecen en el tiempo. El mar tiene sus reglas, que rompe con las olas, mareas en la costa, corrientes en océano abierto. Existe una flota continua, trazando surcos, dibujando rutas, diferentes barcas, historias, tipulaciones de labor, de placer, de aventura, desafios, comprobaciones, experimentos, salvatajes, escapes, piratas, cabotaje, transporte, ondulación, latido, es la masa que se expresa en su completitud, misterioso portador de mensajes. El mar es la casa de los barcos, donde se tejen redes, nomádico y sedentario el marino por momentos. Lo menos fijo es el mar, piedra líquida que pule las almas, cuna alimenticia, el mar es la sangre de la tierra, su latido.
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